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Este Blog está dedicado a mi padre, a su obra de vida, a sus ideas, pero por sobre todas las cosas a su constancia. Al académico, padre y abuelo.
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viernes, 30 de julio de 2010

CUBA: CIENCIA Y RACIALIDAD 50 AÑOS DESPUES (III)

ALGO DE LA PRODUCCION EXTERNA SOBRE LA RACIALIDAD EN CUBA.

 Somos muy pocos en Cuba aun, los que nos adentramos en la contemporaneidad del tema racial. Mientras que una   buena  parte de la  producción  fuera de la Isla, sí aborda ampliamente  la actualidad  cubana, de manera directa o con un sentido de búsqueda  critica para abordar esa   actualidad.

  De modo que las investigaciones, ya publicadas,   más amplias,  que se  han hecho sobre la problemática racial dentro de  la sociedad cubana actual, tal y como  ha quedado definida en la introducción de este ensayo,  muy pocas  han sido realizadas   por académicos e intelectuales  cubanos,  que vivan en la Isla.

 Como antecedente temprano,  esta la producción de la  cubana residente en los Estados Unidos, Lourdes Casals,   Race relation in contemporary Cuba, Minority Rigths Group, report No. 7 , 1979, pp. 11-27. Mas tarde, Isabel castellanos y Jorge Castellanos, cubanos residentes en Miami, publicarían la obra en cuatro volúmenes, “Cultura afrocubana “, editorial Universal, USA, 1990-1994.

 Un  intelectual haitiano, residente en Cuba durante  muchos años, René Depestre,  publicaría, Lettre de Cuba, en la Revista Presence Africaine No. 5 pp. 42-105.

 Pero los resultados más recientes han sido los  de Carlos Moore: Fidel  Castro, los negros y África y “Pichón “;   de Jorge de La  Fuente,  su libro: Una nación para todos; de  Mark.Q. Sawyer,  su obra: Racial politics in post-revolutionary  Cuba. Y los libros, que abarcan otros períodos, como los de Rebecca Scott, Aline Helg, así como los trabajos de Ada Ferrer, Laurence Glasco y otros.[1]Algunos de corte histórico, pero todos enfocados hacia un apoyo o  interpretación de la realidad contemporánea del tema.

Tales producciones, por lo general, representan  aportes,  que nosotros en Cuba, si los  hemos producido, al menos,  no los hemos podido dar a conocer, dado  el sentido limitado y tan esporádico de nuestras publicaciones sobre el tema, en cuanto a la actualidad del mismo  se refiere. 

 Casi todos  son autores  con producciones  importantes sobre la realidad cubana actual, en cuyo estudio,  los que vivimos en Cuba, debiéramos alcanzar  cierta  supremacía, porque además,  [2]esos investigadores se nutren,  en medida muy  importante,  de las fuentes bibliográficas y documentales cubanas que se encuentran  en la Isla.

Teniendo  que reconocer, que son muchos mas los esfuerzos investigativos realizados por los académicos cubanos en  Cuba,   que los que han encontrado  el beneficio de su  plasmación   en las publicaciones.[3]

 

Lo  cual no es ninguna ventaja para la intelectualidad cubana actual, que puede  compartir,  como muchos lo hacen,  el tratamiento investigativo  de nuestras realidades con colegas de fuera, pero que no podrían nunca soslayar la necesidad de abordar nuestros  propios temas.

 

En realidad, debiéramos estar en condiciones de no tener que  ceder  a  nadie las investigaciones de temas que son nuestros y  que deberían  ser abordados  por nosotros mismos. No debiéramos permitir que nadie nos cuente nuestra propia historia, o nos explique nuestra realidad. Alguien dijo en una ocasión, que  “quien controla el pasado, domina en el presente “ ,y yo agregaría, “ nos puede diseñar el futuro a nuestras espaldas”.Por  lo que no deben existir zonas  de la  realidad cubana,  sobre  las  cuales   nuestra intelectualidad  no  esté en condiciones de aportar   un  discurso  científico  propio.

 Existen varios centros en los Estados Unidos, que  estudian Cuba y aunque el tema racial nunca había formado parte de sus prioridades, ahora proliferan muchos  grupos interesados en  esta temática. Sobre todo, considerando que  se trata de  un tema para el cual parece  haber  dinero.[4]

 Por su parte,  provenientes principalmente de  Miami,  se publican artículos, por personas prácticamente desconocidas,  más con objetivos políticos  y de la  supervivencia económica  de sus autores, que por aportar  al tema. Artículos hechos más  para tratar  de desacreditar a Cuba, que otra cosa;  de muy baja  factura científica e  intelectual y nada académicos. Por lo que se trata de una producción meramente  propagandística,  que no aporta absolutamente nada al tratamiento del tema racial,  desde ninguna perspectiva, ni para  Cuba ni  para   los Estados Unidos. Prueba de ello es, que ningún académico  de los que tratan el tema  racial seriamente, se refiere  a ellos.[5]

 Como si fuera poco, pero en correspondencia con lo antes expresado, se observa un desequilibrio importante,  casi abismal,  entre la divulgación de esa obra de rescate cultural, artístico  literario y cinematográfico, etc.  y  la aun  limitada atención que ha tenido la divulgación de los trabajos desde las ciencias sociales, referidos a la contemporaneidad del tema racial. Aunque ello ha respondido también a los prejuicios, ya muy lentamente,  en fase de superación, que provoca el tema racial visto desde la  contemporaneidad y al atraso sufrido por el tratamiento del tema, como resultado de su largo período de silencio,  marginación y represión. Resultado de lo cual, no podemos decir  todavía que tengamos un discurso científico  interno y  alternativo sobre el tema, que nos ilustre a nosotros mismos  y   nos preserve de las interpretaciones, mal  intencionadas o no, que puedan llegarnos del propio patio y   del exterior.

 

Algunas consideraciones finales.

 

Al hacer un balance  general  sobre el  tratamiento  del tema racial  durante los últimos cincuenta años,  es posible observar, que sólo recientemente comienza a ser abordado como algo especifico y como un asunto de la sociedad cubana actual, ya que anteriormente, apenas había sido tratado,  y quienes hoy  lo abordamos, aun corremos el riesgo de no ser  comprendidos y de ser acusados de divisionistas  y de racistas, o de ambas cosas a la vez,   por algunas personas, que  podemos hallar  en cualquier nivel  y lugar   de las estructuras  de la sociedad cubana actual.

 No obstante, en los últimos años,  se observa  que el debate sobre el tema racial se amplia, pudiendo apreciarse  también  una  modesta   divulgación del mismo.  

 Pero venimos de muy atrás  en la atención del tema; su  silenciamiento  por casi  cuarenta  años, su  insuficiente  estudio en la actualidad, la desconexión aun presente  entre el estudio del fenómeno  de la esclavitud y sus consecuencias para  la sociedad cubana contemporánea,  el prejuicio de tratarlo a veces  solo como un tema que induce a la división social,  así como la poca atención brindada a la variable  color de la piel ,  como una variable de diferenciación social  en la Cuba actual, han  producido un atraso en el abordaje del tema, tanto metodológico como teórico y político,   que sólo en los últimos  años comienza a ser superado, aunque  todavía  muy lentamente.[6]

 Sobre todo,  la ausencia de un debate académico  y político  articulado, la casi  ausente  conexión del tema con la prensa y la producción bibliográfica, han generado   un fenómeno de  disfuncionalidad  cultural,   que  resulta  vital  solucionar,  para  lograr  la dinámica ascendente  de la sociedad cubana actual,  hacia la búsqueda de una cultura  general e integral,  la más amplia justicia social y la verdadera democracia. La ciencia tiene que encontrar  modelos de análisis  y estamos muy lejos aun de haberlos  logrado en el tratamiento científico  del tema racial, proyectado hacia la contemporaneidad.

 Un elemento sustantivo e ineludible en el análisis de la problemática racial cubana, resulta ser  la necesidad del estudio a fondo de las peculiaridades de la colonización,   la esclavitud en Cuba  y sus consecuencias. Mucho se ha avanzado en este aspecto, pero aun lo articulamos poco con las características con que se presenta el fenómeno de la racialidad en la Cuba contemporánea.[7]Por lo  general tales estudios se quedan en el siglo XIX, o avanzan aun muy poco dentro del siglo XX.

 Después de  que Arango y Parreño primero y  José A. Saco después,   no  lograron   que se  excluyera  al negro  de la sociedad cubana , ni tampoco  pudieron   hacerlo desaparecer,  sometiendo a la población a un proceso de blanqueamiento, o devolviéndolos a África,  la dificultad mayor que se le presenta  al negro y al no blanco en general hoy,   es  la de cómo vivir dentro de una sociedad que ha generado durante siglos,  la  cultura y los mecanismos  de su exclusión.

Es que el componente racista que subyace en nuestra cultura, no responde sólo a mecanismos generados desde  la esclavitud, sino también a los producidos  por una mentalidad criolla blanca, racista, que siguió viendo en el negro un ser inferior aunque  éste dejase de ser esclavo. Mentalidad que se ha trasladado de generación en generación.

 Esto quiere decir, por ejemplo, que al  “negro blanqueado”   por el título comprado para

él  por su padre, se   le permitía vestir de frac, usar botines, camisa blanca de cuello, corbata, bombín y leontina. Pero,  si por esas  casualidades  de la vida, un día se quedaba desnudo, pasaba a ser un negro más, e incluso, mientras se arreglaba la confusión,  podía hasta  ser  llevado  al cepo. Es que en  toda América y en Cuba  en particular, la esclavitud tomó color, y  frente a esa realidad,  no hay mimetismo posible.[8]

Es que el racismo es un sistema, y como tal opera. Si sólo eliminamos una pieza, las demás se ajustan para cumplir la función de la pieza que falta.  Se trata de un mecanismo regenerable. Esto quiere decir, que para que el no blanco o el negro no sean  discriminados, hay que operar con todas las palancas del sistema.

Hay que operar con la conciencia de la identidad racial y con la educación. Es que la discriminación racial que se  ejerce, lleva implícito el mecanismo, de una conciencia arraigada en las elites dominantes, de que  puede ser utilizada como un instrumento de poder. Por lo  cual, los estereotipos raciales negativos pueden seguir alimentándose dentro de un contexto social de más altos niveles de educación y de cultura. Por lo cual  sólo con la educación no basta, porque podemos estar generando” racistas cultos”, que serian peores.

 Por eso en la república, que era más desarrollada, educacional y culturalmente,  que la colonia, los estereotipos raciales negativos,  los prejuicios raciales, la discriminación racial y el racismo, no cedieron espacio. Es que estos  últimos no provienen simplemente de la ignorancia, ni de la incultura, sino de un contexto social en el que la discriminación racial y todos sus atributos complementarios, son utilizados como instrumentos de dominación y control social, de elitismo y de explotación,  contra personas a las que siempre se les mantiene en un plano de desventaja económica, política, social y cultural. Porque detrás de todo ello   están siempre  también los intereses de clase.[9]

 Por eso la educación es clave para terminar con el racismo, pero no suficiente,  pues hace falta educar también en la dirección de dotar a todos de una conciencia  de que el problema racial existe. Es decir, hay que prodigar una  educación antirracista y  antidiscriminatoria.

Hemos avanzado, se va abriendo paso  lentamente  un debate, se trabaja fuertemente. Pero hasta que el problema no sea un asunto y una preocupación de toda la sociedad cubana y debatido por toda ella,  no lo vamos a resolver.[10] Porque el racismo en la Cuba actual,  no es un problema de colores, ni de grupos, sino de toda la sociedad cubana. Una disfuncionalidad de la sociedad cubana que tiene que ser combatida con todas las fuerzas para hacerla desaparecer. Lo cual puede ser una tarea en extremo  larga aun, pero lo mas importante es que enrumbemos por ese camino.

 Sin dudas, la existencia de una comisión,  organizada por las mas alta dirección  del Partido Comunista de Cuba , bajo la conducción  de la Biblioteca Nacional de Cuba,  llamada Grupo de Reflexión Sobre la Racialidad  en Cuba”,  conjuntamente con la Comisión de Racialidad, de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), harán posible avanzar por el camino de las soluciones.

 

 

 

 [1] Varios  trabajo de los autores mencionados aparecen en Historia Social No.22, Valencia, España, 1995. También en América Negra , Revista de la Pontificia Universdad  Javeriana, Colombia,. No. 15, diciembre  de  1998.En el caso de Rebecca Scott, se trata de su libro: La Emancipación de los esclavos  en Cuba. La transición al trabajo libre 1860-1899, y de Aline Helg: Lo que nos corresponde en la lucha de los negros y mulatos por la igualdad en Cuba 1866-1912.”Dentro de las obras mencionadas, se destacan por  su  sentido negativamente crítico los libros de Carlos Moore, plagados de generalizaciones a partir de sus experiencias personales, como lo es su  mas reciente obra Pichón,  con una fuerte tonalidad de racismo en sus aseveraciones y llenos de criticas contra el gobierno cubano.

, [2] Ejemplo típico lo constituye  la producción investigativa del Instituto de Antropología del CITMA, que una parte sustancial de ella  espera por ser publicada.

[3] No existe hoy en Cuba una presencia sobre el tema racial en la prensa, como si existio durante los años 20 y 30.

[4] Los centros que de manera clásica han estudiado Cuba,  como El Programa Cuba de la Jhon Hopkin University, el Centro de Estudios Cubanos de la Universidad de La Florida, etc, nunca se interesaron por el tema racial.  Entonces este ha pasado a ser atendido por algunos grupos interesados en captar el dinero de la USIA y de la propaganda contra Cuba.

[5] Esos son los casos de  de algunos artículos aparecidos recientemente, haciendo oportunismo a partir de la elección de Barack Obama como presidente.

[6] Aun el tema pernocta en ambientes enclaustrados y entre personas, a veces muy pocas instituciones,  interesadas en el mismo. No existe un debate publico sobre el tema racial en la Cuba de hoy. Muchos además lo ignoran, o no desean escuchar nada al respecto,  o lo  atacan  cínicamente como algo que nos viene de fuera. Un intelectual nuestro, del cual me reservo el nombre, llego ha decir, que ese era un tema que lo habían traído de Estados Unidos, los negros que viajaban a ese país, para fastidiar con el internamente en Cuba.

[7] Uno de los peligros,  que  apenas hemos comenzado a superar, es el de que alguien desde fuera, apoyándose en nuestro poco vuelo aun en el tratamiento del tema racial en la contemporaneidad, trate de imponernos parámetros y principios teóricos y metodológicos para abordarlo.  Paradójicamente tal peligro no viene de nuestros enemigos, sino de una parte de la intelectualidad norteamericana que es  aliada de nuestra causa.

[8] Ver nuestro ensayo, Cuba: color de la piel, nación, identidad y cultura.¿ Un desafío contemporáneo?. Publicado en el Libro V del Concurso Internacional” Pensar a  Contracorriente “ o  en el Portal Cubarte.

[9] Para ampliar al respecto ver del Autor:  Cuba Socialista No. 46, pp. 43-45

[10] Una vision mas completa de como vemos los asuntos a soluconar, pueden verse del Autor, “Desafios de la Problematica racia en Cuba”.Revista Temas No. 56.

2 comentarios:

  1. Sin dudas, la existencia de una comisión, organizada por las mas alta dirección del Partido Comunista de Cuba , bajo la conducción de la Biblioteca Nacional de Cuba, llamada Grupo de Reflexión Sobre la Racialidad en Cuba”, conjuntamente con la Comisión de Racialidad, de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), harán posible avanzar por el camino de las soluciones
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    Esperando ver los resultados del avance, por el momento mi confianza está en cero...

    Yo quisiera saber si vuestra palabra es sincera, de que gimnasia mental se vale usted admirado profesor Morales, para guardar aun Confianza

    Mary

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  2. "Porque el racismo en la Cuba actual, no es un problema de colores, ni de grupos, sino de toda la sociedad cubana", demostrar esta afirmación querido amigo es tal vez el mayor reto que tienen los intelectuales que tienen su mismo criterio. En mi caso que paso por blanco por el color de mi piel pero ello no me hace sentir diferente a los no blancos, considero al igual que usted que el tema del recismo en la Cuba actual no constituye una prioridad no solo porque otros problemas de mayor complejidad social ya tratados por usted le sobrepasasn sino ademas porque no percibo que sea así como usted dice. Creo que es importante defender el componente africano de la cultura cubana pero ello tampoco es el centro de la sociedad, lo veo como una necesidad de profundizar en nuestras raices y comprender con muchos mas elementos su trascendencia e importancia pero nada comparable con el racismo que usted si ha podido apreciar por su numerosos estudios de la sociedad norteamericana para tomar alguna como referencia. El probable riesgo que significa abordar estos temas, para mi no es una causa que impida su analisis, sino usted no se hubiera dignado a abordar las cuestiones relativas a la corrupción que tantos comentarios han generado a diferencia de las pocas recibidas por este que aborda las cuestiones racieales en Cuba, lo más probable es que usted me incluya en los que no consideran que valga la pena hablar del tema racial. Pero me gustaría que ilustrara más su tema con ejemplos de esta discriminación porque me sucede en este caso lo mismo que cuando leo su afirmación de que dentro de la Educación Superior y sus instituciones docentes y de investigación en todo el país, existen múltiples prejuicios ¿cuales? Si esto es cierto no es el único espacio, ni escenario para dar a conocer sus puntos de vista o los de las personas que tengan similares intenciones. No creo que la falta de analisis en todas las cosas que ha expuesto en sus tres partes sea muestra de que la sociedad cubana sea racista, por ello tampoco comparto que usted exprese que la nuestra es "una sociedad que ha generado durante siglos, la cultura y los mecanismos de su exclusión" . Quien se cree excluido lucha por revertirlo. ¿donde estan las excluidos? . Amigo, yo no habré recibido en la escuela cubana todo lo que debiera conocer sobre mis raices históricas, pero eso no me ha hecho sentirme superior al negro, ni al mestizo , ni al mulato ni a nadie. La educación que me ha dado la revolución siempre ha estado dirigida a como decia Martí solo hay una raza LA HUMANA. Mis saludos Vicente Rodríguez Galano

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